Estos últimos días estamos escuchando una y otra vez la palabra metatarsalgia. ¿El motivo? Los medios de comunicación han informado de que la reina Letizia lo sufre. Pero, ¿qué es? Os lo explicamos.
La metatarsalgia es la forma clínica de indicar dolor en los metatarsianos, es decir, en la almohadilla del pie. Como tal nos aporta poca información, es necesario añadirle un apellido (o dos) para que el diagnóstico sea correcto y podamos saber de qué estamos hablando. En el caso de Doña Letizia no sabemos qué tipo de metatarsalgia que sufre, pero os vamos a intentar explicar cuales son algunas de las causas más frecuentes.
Causas más frecuentes de metatarsalgia
- Neuroma. Uno de los nervios que pasa entre los metatarsianos se comprime y aparece un tejido fibroso, esto genera dolor tipo eléctrico.
- Sobrecarga por plantarflexión. Uno de los metatarsianos está más bajo que los demás, lo que hace que tenga que soportar más peso del que le corresponde desencadenando dolor. Suele aparecer una dureza en la zona.
- Síndrome de predislocación. Una de las estructuras blandas de la articulación entre el dedo y el metatarsiano se lesiona y esto genera que el dedo se ponga en garra. Genera un dolor muy intenso.
- Enfermedad de Freiberg. Afecta al segundo metatarsiano, en este caso aparece una necrosis del hueso por falta de aporte vascular, se afecta incluso la forma del hueso.
- Artritis o artrosis. El tejido cartilaginoso se afecta, ya sea inflamándose la articulación o desaparece, por lo que roza hueso con hueso generando dolor.
- Sesamoiditis. Los sesamoideos son unos huesos que aparecen bajo la cabeza del primer metatarsiano (el del dedo gordo), en ocasiones, debido a una sobrecarga, estos huesos pueden inflamarse.
- Enfermedad de Renander. Se trata de una necrosis de uno de los sesamoideos, de nuevo es debido a una falta de vascularización.
- Fracturas. Pueden aparecer sin golpes, estas son las fracturas de estrés, en ellas la sobrecarga que pueden sufrir los huesos genera que este termine por romperse, lo que desencadenará el dolor.
- Acortamiento de gemelos. Cuando los gemelos no se mueven como deberían aparece un aumento de la presión en la zona de los metatarsianos, normalmente asociado a dureza en toda esa zona.
- Alteraciones de la primera articulación entre el dedo y el metatarsiano. Esta articulación puede deformarse dando lugar a un juanete o moverse poco, lo que hará que las demás articulaciones tengan que trabajar más de la cuenta generando dolor.
- Bursitis. Son acumulaciones de líquido inflamatorio, comúnmente entre los metatarsianos, que generan un dolor bastante fuerte.
- Perdida de la almohadilla grasa. Es un proceso común en gente mayor, la grasa desaparece de la zona, con lo que perdemos la almohadilla que proporciona la amortiguación en situación normal.
El uso de calzado de tacón, calzado estrecho o incluso la forma de andar pueden desencadenar estas patologías.
Los tratamientos son muy variados, desde plantillas a medida, infiltraciones de distintos fármacos, terapia física, ejercicios o cirugía.
Quien mejor puede ayudarte a conocer la causa del dolor es tu podólogo que, seguramente, empleará técnicas como la baropodometría (se valora la presión de cada zona del pie en contacto con el suelo), ecografía, radiografías, estudios de la pisada, etc.