Una de las terapias más empleadas cuando buscamos tratar algún tipo de dolor son las infiltraciones. Es decir, la inyección de un medicamento o sustancia activa en una zona del organismo sobre la que buscamos un efecto.

Estas infiltraciones se pueden realizar con una gran variedad de fármaco o sustancias, desde los tan comunes corticoides, factores de crecimiento autólogos o plasma rico en plaquetas (PRP) dentro de las terapias biológicas, colageno, ácido hialurónico o incluso suero para hacer hidrodisecciones, sin olvidarnos de los fármacos anestésicos, esos que nos evitan el dolor.

Cuando pensamos en una infiltración solemos pensar que administrarla nos va a causar dolor, ya que todos conocemos a alguien al que le han hecho polvo al ponérsela. Pero esto tiene una fácil solución. En Clínica Moncayo siempre anestesiamos la zona antes de ponerla, con el fin de que sea un procedimiento indoloro, para que estés cómodo y acudas tranquilo a la consulta.

Por tanto, a la pregunta inicial de si las infiltraciones duelen deberíamos decir que si se ponen siguiendo un protocolo correcto, no, las infiltraciones no duelen.

¿Qué voy a notar cuando se me pase el efecto de la anestesia, me dolerá?

La respuesta también es que no. Cuando se pasa la anestesia, se puede notar alguna sensación de presión, una ligera incomodidad pero no dolor. Y estas sensaciones apenas duran unas horas. Según el fármaco que empleemos, puede aparecer algo de inflamación en la zona o, por el contrario, desaparecer la inflamación que existía previamente. Según la zona o el fármaco empleado, en ocasiones se recomienda un cierto reposo, puedes hacer tu vida normal, eso si, no vayas a correr una maratón al día siguiente, por muy bien que te encuentres, mejor espérate un par de días para ello.

¿Cuántas infiltraciones se pueden poner como máximo?

Esto dependerá del fármaco empleado. No es lo mismo un corticoide que los factores de crecimiento autólogos. Cuando se trata de un corticoide, las infiltraciones, en general, se deben espaciar un mes entre si y no se deben administra más de 3 o 4 en un año en la misma zona, esto es debido a los posibles efectos adversos que puede tener; además, si con 3 infiltraciones no hemos conseguido el resultado, ¿para que seguir probando?

Cuando el agente infiltrado es colágeno, se puede recomendar hasta una infiltración semanal durante un periodo de tiempo, en el caso del ácido hialuronico solemos emplear dos separadas unos 15 días para conseguir el máximo efecto.

Los factores de crecimiento (PRFC) o el plasma rico en plaquetas (PRP) es un caso muy distinto. En algunas patologías, como las úlceras, comúnmente debido al síndrome de pie diabético, se puede emplear hasta dos veces por semana de manera habitual. En patología musculoesqulética, como puede ser una tendinitis, no suele hacer falta más de dos o tres infiltraciones de manera habitual. Pero, debido a lo seguro que es, se pueden poner tantas infiltraciones como necesitemos para resolver el problema.

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