Contacta con el suelo y nos ancla a el en mayor o menor medida, pero puede que no le demos la importancia que realmente tiene. Me refiero a la suela del calzado y, concretamente, en esta entrada hablaremos sobre la suela de las zapatillas de deporte.

Existen muchos deportes, y cada uno de ellos con múltiples variantes, ya sea por el terreno en el que se juega o la distancia recorrida. Puede que incluso sean totalmente distintos, pero se junten en una única familia, como el atletismo, con la carrera, el lanzamiento de jabalina, de martillo o el salto de altura. Modalidades que, por tanto, necesitan un calzado diferente. 

La suela cuenta, generalmente, con dos partes: la que contacta con el suelo y la que proporciona amortiguación y otras propiedades mecánicas como la capacidad de evitar la torsión, a la que llamaremos entresuela.

El dibujo de la suela está diseñado específicamente para cada deporte. Ya que favorece los gestos propios de la disciplina, por ejemplo, en el baloncesto o en el tenis podemos encontrar dibujos circulares bajo la cabeza del primer metatarsiano para favorecer los giros; en el trekking, en cambio, la suela tendrá un muy marcado dibujo para favorecer la eliminación de contaminantes del terreno (como barro o pequeñas piedras). Si hablamos de suelas poco convencionales no debemos olvidar los tacos, pero de estos hablaremos en otra entrada ya que sería demasiado extenso.

La entresuela en el calzado de runnig suele tener forma de cuña, siendo más alta en el talón y más fina en la zona de los dedos. A esta diferencia de altura la llamamos drop, y es una de las variables con las que jugamos los podólogos para conseguir una mejora en la patología que pueda presentar el paciente. Este drop puede ser muy elevado, denominándose maximalismo a esa vertiente de runnig o muy escaso llegando a desaparecer, siendo esta modalidad el minimalismo.

La entresuela puede aportar la amortiguación al calzado o evitar la realización de ciertos gestos que pueden ser lesivos para el paciente. Pero existen calzados para deporte sin entresuela, como las puntas de baile o los pies de gato, un calzado específico para escaladores y que ayudan a que este se pueda agarrar al terreno de una forma más estable.

Esta web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies